El delicado arte de sentir

¿Como empezar a dedicarte estas palabras
que fluyen más fácil que cuando comenzó esto?
Está bien, lo haré siendo sincero (como siempre).
Te miro cada vez que se me presenta la oportunidad
y cada vez me convenso que para mi fuiste algo hermoso
y hablo de pasado, en el sentido que formaste parte de un
proceso doloroso pero no por eso menos beneficioso.
Fuiste culpable se suspiros interminables, como también de
llantos incesantes y desgarradores. Protagonista de hermosos
y extraños sueños que no hacían otra cosa que alimentar esta
utopía.
Hoy, puedo observarte tranquilamente y teniendo la sensación
que jamás podré dejar de quererte, pues eres importante.
Cuidaré de tí el tiempo que sea necesario, cuando ya puedas avanzar
en soledad y ya no necesites de estas muletas... tenlo por seguro
que seré plenamente felìz.
Te "olvidé", y solo yo entiendo esas comillas, pues te amé tanto
que aùn mi almohada huele a lagrimas, mi corazón aun agitado.
Solo que ya no te quiero a mi lado... Te quiero con quien seas felìz.

Agradecer solo a Dios por escuchar mis incesantes oraciones. ♥


Wladimir Santander