Quizás se deba a una infinidad de problemas que me agobian día a día
pero la razón de tus palabras es algo que causa contrapeso a la hora de ponerlos en balanza.
Hay veces que quisiera que tus frases no fueran TAN influenciables y que pudieran dejar al corazón decidir y deducir por si solo... pero a ratos no. Y esas veces solo quiero que me digas la verdad en dos palabras, empezando con un "Te" y finalizando con un "Amo" y que tus manos y labios no demoren en corroborarme lo que sientes, sea lo que sea, bueno o malo, guste o duela.
Esta vez me toca a mi hacer el papel de estúpido rufián.
Pero seré sincero en esto: Me gustas de verdad.
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