miércoles, 14 de diciembre de 2011

Asunción.

Derretirme entre los brazos que me sostienen
y no ser capáz de recobrar el aliento 
cada vez que se aproxima 
otro golpe catársico de tus labios.
Evaporarme en la perfecta medida de tu cuello;
veo tu pecho, tus latidos y tus párpados.
Todo delante de mí en un minucioso slow motion
que me dediqué, inmortalizándote en mi memoria.
Yo no me resistiré esta vez.
Quiero aprender lo que es amar sin reproches,
quiero seguir respirando tu aliento y también 
quiero entregarte un trozo de mi alma esta noche.


Te quiero

No hay comentarios:

Publicar un comentario